El grupo caucano recibió el premio a Mejor Intérprete de Música Folclórica.
El grupo caucano Herencia de Timbiquí fue elegido Mejor Intérprete de Música Folclórica del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar con lo cual se llevó un monto de 11.000 dólares y la Gaviota de Plata con la canción 'Amanece'. En la competencia folclórica, Colombia y Chile superaron a Argentina, Bolivia, Honduras y Perú.
Además, la canción 'Con el zapatito, con el zapatón', que interpretó la chilena Paula Herrera, fue escogida como la mejor canción. En el apartado de la competencia internacional, Hera Björk (Islandia) fueron ganadores como mejor canción y Kelly King (EE. UU.), como mejor intérprete.
Durante la rueda de prensa, los integrantes de Herencia de Timbiquí, que fusionan los ritmos del Pacífico, dijeron a los medios: "Gracias Viña. La música de Colombia es visibilizada, los medios están masivamente pendientes de esta noticia. Les agradezco este Festival. Gracias Viña, gracias Colombia. Ha sido un camino arduo para estar aquí esta noche. No somos simplemente seis músicos, sino una de once músicos. Colombia está revolucionado con el nivel de esta noticia. Es un gran logro. De aquí vamos a pegar el impulso".
La historia de Herencia de Timbiquí
En el 2004, empezó a contagiar del rumor de la jungla, del mar y los ríos del Pacífico a la capital del Valle. El grupo que en el 2000 nació a orillas del río Timbiquí, en la costa pacífica caucana, como un puñado de amigos gomosos por cantar y compartir sus raíces, decidió desembarcar en Cali lleno de sueños y esperanzas.
Con sus instrumentos, algunos elaborados por ellos mismos y otros prestados por la Alcaldía de Timbiquí, que poco después tuvieron que devolver, once talentosos jóvenes descargaron su maleta con la esperanza de hacer algo más que un concierto con la Alcaldía y una que otra serenata. No fue fácil en una urbe donde el talento abunda. Y entre tiempos difíciles y obstáculos económicos muchos se fueron y otros se quedaron.
Hoy, 13 años después, mucho ha cambiado. Cinco de sus miembros son de Timbiquí y los otros seis son de Cali, Guapi, Jamundí y San Pedro. Pero el talento y el sabor pacífico sigue intacto. Todos son hijos o nietos de músicos que aprendieron de oído a tocar el bombo, la marimba, el cununo y el guasá. "Sin duda en estos años hemos crecido muchísimo en talento. Desconocíamos cosas a nivel musical y nos hemos hecho más responsables de las propuestas que hacemos, pues somos conscientes de que hacemos cultura desde la música", dice Begner Vásquez, cantautor y director de Herencia de Timbiquí.
Recuerda que en el 2002 comenzaron a grabar sus primeros discos en un modesto estudio prestado y en el 2006, después de dos años de intentarlo y llevarse el segundo puesto, lograron convertirse en uno de los mejores del 'Festival Petronio Álvarez', la prueba de fuego para cientos de artistas del litoral. Coca por coco, Y qué y Serenata a mamá, las interpretaciones que enloquecieron al exigente público del teatro Los Cristales, marcaron el inicio de una carrera que hoy los lleva a convertirse en los embajadores de Colombia en el Festival de Viña del Mar.
Y esa misma emoción, que los ha llevado a Europa y cientos de escenarios nacionales, es la que esperan contagiar en Chile con Amanecé, una composición en ritmo de tamborito chocoano, con la influencia del aguabajo y el porro.
Fuente: ELTIEMPO.COM
